Une
Autre
Voix
Juive
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Otra voz
una expresión de la diversidad
judia
09-06-05
Porque
no podemos soportar el horror de cada día en el Cercano
Oriente,
Porque
algunas instituciones y ciertos políticos monopolizan
abusivamente la expresión de los judíos franceses,
Porque
compartimos la misma idea de la humanidad,
Porque
las repercusiones en Francia del conflicto del Cercano Oriente,
la resurgencia de la extrema derecha y recientes actos antisemitas, nos
conducen a reivindicar públicamente el aspecto judío de
nuestra identidad personal,
Decidimos
expresarnos públicamente.
En tanto
que ciudadanas y ciudadanos de la República francesa,
nuestras concepciones filosóficas, opiniones políticas,
referencias culturales o lazos con la religión, son variados.
Descendientes
de generaciones de hombres y mujeres maltratados,
despreciados, exilados, acosados durante siglos, luchamos contra toda
forma de opresión, como muchos de nuestros antepasados lo
hicieron en otros tiempos.
Somos los
hijos e hijas de esta República francesa que desde sus
oígenes acordó la ciudadanía a los judíos.
Reivindicamos sus valores. La posición de cada uno de nosotros
ante la herencia judía es variada, pero el recuerdo de la
exterminación, la convicción que no es la propiedad de
nadie y que no puede justificar ninguna forma de nacionalismo, nos
imponen el deber de hablar como lo hacemos.
Algunos
de nosotros tienen lazos particulares con Israel, otros no, y
otros rechazan el principio mismo del proyecto sionista.
Todos
pensamos sin embargo que los israelíes, que construyeron
un estado en las condiciones históricas de la derrota del
fascismo hitleriano, tienen derecho a la seguridad y al reconocimiento
internacional de sus fronteras, en el cuadro de las resoluciones de la
ONU.
Pero no
autorizamos ni al Estado de Israel, ni a las instituciones que
pretenden representar los ciudadanos franceses judíos, a hablar
en nombre de ellos. Nos levantamos contra la opresión colonial
impuesta a la Palestina y a los palestinos por el gobierno de Israel.
No creemos que se pueda combatir el antisemitismo haciendo de los
israelíes un pueblo de opresores. No hay paz ni futuro para el
pueblo israelí si no es en la coexistencia pacífica y
leal con el pueblo palestino. Sostenemos todos aquellos que en Israel,
en Palestina o dondequiera que sea, luchan valientemente por la paz, la
justicia, la igualdad de derechos, contra la política criminal
del primer ministro Sharon.
Constatamos
una influencia creciente de la ideología de la
extrema derecha israelí sobre las fuerzas políticas
francesas. Muchos demócratas (entre ellos numerosos
judíos), son víctimas de intimidaciones: se les acusa de
antisemitismo, por el solo hecho de combatir la política del
gobierno israelí o de reclamar el respeto por Israel de las
resoluciones de las Naciones Unidas, de los acuerdo de Oslo.
Con
qué objeto se practican tales amalgamas? Qué se busca
al multiplicar las agresiones verbales y las amenazas físicas
contra quienes, judíos o no, ejercen su responsabilidad de
ciudadanos condenando públicamente la política
israelí actual? ¿Qué se busca dando al
judaísmo así confiscado una apariencia tan repulsiva?
Rechazamos
la táctica del gobierno israelí actual, que
trata de reforzar su potencial expansionista agitando las resurgencias
actuales de antisemitismo para aumentar la inmigración en Israel.
Hoy en
día, el antisemitismo agrega a lo abyecto una nueva
dimensión al calificar las atrocidades nazis de “detalle de la
historia” ( ). Pero algunos de nosotros piensan, por el contrario, que
reducir los crímenes contra la humanidad al exterminio de los
judíos por los nazis equivale a alimentar las fuentes mismas del
revisionismo; no reclamamos ningún privilegio para los
judíos en tanto que víctimas, pero nos levantamos contra
toda forma de opresión. Por cierto, la política
israelí actual no persigue la destrucción física
del pueblo palestino, pero muchos de nosotros se preguntan,
considerándola en su conjunto, si sus inspiradores y ejecutantes
no caen bajo la jurisdición de la Corte Penal Internacional.
En cuanto
a los atentados suicidas organizados por los grupos
terroristas palestinos contra los civiles israelíes no
sólo son actos monstruosos; los que los preparan, especulando
sobre la desesperación de los jóvenes que así
envían a la muerte, son, en nuestra opinión como en la de
numerosos dirigentes palestinos, los enemigos – y no pobres ovejas
descarriadas – de los derechos fundamentales del pueblo palestino.
Condenamos sin ambigüedad toda expresión, palestina o no,
opuesta a la existencia de Israel.
Igualmente,
nuestra solidaridad con el pueblo palestino no nos
llevará jamás a la más mínima coincidencia
con todos aquellos cuya solicitud por la Palestina es el resultado del
odio antisemita.
Reafirmamos
que:
— el
pueblo palestino tiene derechos imprescriptibles a las tierras
ocupadas actualmente por las fuerzas del estado más superarmado
en todo el Cercano Oriente.
— el
pueblo palestino tiene el derecho imprescriptible a fundar, en las
condiciones garantidas por la Carta de las Naciones Unidas, el tipo de
estado que sólo él decida.
— el
pueblo palestino tiene derechos imprescriptibles sobre la ciudad
de Jerusalén, capital que deberá compartir.
— el
pueblo palestino tiene el derecho de ver sus exilados y refugiados
elegir, en condiciones a negociar, entre un retorno viable a la tierra
de sus antepasados y una justa indemnización.
Todo lo
que se opone a esos derechos alimenta la guerra sin fin, las
atrocidades, el odio.
Nuestro
siglo ha visto la caída de sistemas de opresión
violenta; por ello creemos posible y necesario el establecimiento de
una paz justa y durable en el Cercano Oriente.
Frente al
ascenso de las amenazas integristas, chauvinistas, de
repliegue comunitario, racistas y antisemitas, frente a las ingerencias
antidemocráticas y de incitación a la violencia de la
derecha israelí en la sociedad francesa, queremos hacer
oír, obstinadamente, la voz de los franceses judíos, o de
origen judío, que sostienen los ideales de democracia, de
libertad, de universalidad de los derechos humanos y de los derechos de
los pueblos.
Pour signer : uneautrevoixjuive@gmail.com
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